ASOCIACION SUCRENSE DE ECOLOGIA
Promover la Conservacion del Medio Ambiente y los Recursos Naturales

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GREENPEACE RECUERDA QUE EL SIGLO XXI SERÁ EL DE LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE, O NO

La organización ecologista internacional Greenpeace se suma a la preocupación global recordando a los ciudadanos y a las autoridades las asignaturas pendientes más importantes que siguen sin resolverse para seguir haciendo habitable el planeta.

Cambio Climático: Si no se reducen rápidamente las emisiones de los gases que producen el calentamiento de la atmósfera, el cambio climático producirá subidas del nivel del mar y cambios en las corrientes marinas y en la dirección del oleaje, la fusión de hielos perpetuos en zonas polares y glaciares, una mayor frecuencia e intensidad de temporales, inundaciones y sequías, propagación de enfermedades y plagas agrícolas, etc.

Las desigualdades Norte-Sur: Con la actual depredación de los recursos naturales de los países del sur por parte de los países industrializados (minerales, energéticos, madera, pesca, recursos genéticos) se ahondará el desequilibrio aún mayor entre norte y sur, que ya es causa de graves problemas de pobreza y subdesarrollo. El empobrecimiento del sur seguirá produciendo movimientos migratorios en busca de recursos, empleo y derechos humanos básicos.

La deforestación. Como causa y efecto de otros pro-blemas sociales y ambientales, las masas forestales del planeta desaparecen a razón de 1 hectárea cada 4 segundos. En los últimos diez años se ha devastado una superficie equivalente a dos veces España. Estos alarmantes procesos de deforestación son causados principalmente por la actividad a gran escala de las compañías madereras, incendios, así como por la conversión de extensas zonas boscosas en terrenos agrícolas y ganaderos.

"Prácticamente 3 de cada 4 hectáreas deforestadas corresponden a bosques primarios, hasta hoy intactos, donde la biodiversidad es de las más altas del planeta. En esta década que termina han tenido lugar grandes eventos y cumbres internacionales del más alto nivel, sin que se hayan producido avances sustanciales en la protección de la alta diversidad biológica que albergan los bosques primarios", declara Miguel Angel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace.

La alteración y destruccuón de hábitats: presión excesiva y la sobreexplotación de los recursos supondrán la alteración o reducción del área que ocupan ecosistemas frágiles y valiosos, desde las áreas de alta montaña hasta los bosques tropicales y boreales, pasando por los ecosistemas costeros como playas, estuarios, marismas, manglares y esteros, y los marinos, como las praderas submarinas o los arrecifes de coral.

El incremento de productos tóxicos: La introducción en los ecosistemas y en la vida diaria del ser humano de un número cada vez mayor de productos tóxicos, persistentes y bioacumulables (según Greenpeace, los procesos industriales han puesto en poco tiempo más de 10.000 sustancias tóxicas y peligrosas en circulación, desde los resi-duos radiactivos a los derivados organoclorados como las dioxinas) producirán una merma de la calidad de vida.

La escasez del agua: La falta de agua potable para una gran parte de la población mundial, o la contaminación de este recurso será fuente de conflictos zonales y regionales. El mal uso del recurso y su contaminación acelerada en algunos países industrializados producirá una disminución de la calidad de los ecosistemas acuáticos y sus comunidades de seres vivos, incluidas las pesquerías.

Conflictos bélicos: El siglo que terminó ha visto al ser humano al borde del suicidio colectivo y todavía hoy las guerras, de alta o baja intensidad, siguen haciendo la vida humana un infierno en algunas zonas del planeta.

Las soluciones pasan por atajar estos problemas en su origen: sustitución a gran escala de los combustibles fósiles y la energía nuclear por energías renovables, acompañado de una gestión de la demanda para la reducción del consumo energético; fomento de una nueva cultura en el consumo, en la que prime la reducción, la reutilización y el reciclaje (las tres R), la adopción de procesos de producción no contaminantes y la retirada de los productos nocivos para la salud y el medio ambiente; una nueva cultura del agua, en la que se valore este recurso como fuente de vida, se evite su contaminación y se produzca un ahorro y eficiencia en su uso, así como que se favorezca el acceso a este bien a toda la población mundial; se hace imprescindible la aprobación y cumplimiento de un Código de Conducta internacionalmente aceptado para el control del comercio de armas y de su uso posterior.

"Para Greenpeace no existen fórmulas mágicas para solucionar este escenario, aunque el Principio de Precaución debe regir todas las tomas de decisiones. Pero es urgente tomas medidas concretas en todos los ámbitos para la protección real de los ecosistemas y especies que dependen de ellos, incluida el ser humano, a través del cumplimiento de las normas internacionales, nacionales y regionales y la adopción de un nuevo marco jurídico internacional que prevenga y evite los conflictos bélicos"