ASOCIACION SUCRENSE DE ECOLOGIA |
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Por primera vez en Brasil 1500 campesinos ocuparon A la apertura de Foro Mundial Social, el Movimiento de los trabajadores rurales sin tierra (MST) dio un gran golpe. Por primera vez en Brasil, una empresa productora de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), perteneciente a la multinacional estadounidense Monsanto fue ocupada por campesinos. Esta toma se desarrolló cuando 1500 personas entre hombres y mujeres, familias enteras se reunieron en la ciudad de Nao Me - Toque, situada a 300 Km al Norte de Porto Alegre. Algunas horas luego de que se realizó exitosamente la ocupación, los campesinos comenzaban a organizarse en la fábrica. En los hangares, hay muchas personas que no durmieron esa noche, pero hay carteles y banderas en todo lado: "Por una agricultura que respeta la vida, fuera Monsanto" o "OGM, semillas de la muerte". En la plataforma de camión, un acordeón acompañó los cantos de lucha, con frecuentes intervenciones de los campesinos que desean pronunciarse para entusiasmar a todos. Alrededor sobre los colchones colocados en el suelo se despiertan los niños y se cocina la primera comida. Algunos metros más allá está el edificio administrativo vacío y algunos guardias armados observan la escena plácidamente. En las primeras horas de la mañana, entran en la fábrica algunos visitantes acompañados por Joao Pedro Stedile, presidente del MST. Los campesinos que decidieron unirse a la ocupación del MST, entre ellos el sindicato de pequeños campesinos, la unión de mujeres rurales y la pastoral de la juventud rural, están convencidos de la legitimidad de su acción. Rio Grande del Sur ha prohibido categóricamente los OGM, al contrario del resto de la federación, en donde desde 1999 estos no son autorizados, pero, según explica Joao Pedro Stedile, las sociedades que reciben subvenciones importantes del Estado producen OGM. Se estima que la producción de cereales en base a OGM es el 30%. Una militante de la Unión de Mujeres Rurales recuerda que en 1998 Monsanto compro la sociedad Agroceres y empezó sus pruebas en una superficie de 400 hectáreas. Desde entonces se han realizado 22 tipos de experimentación. El impacto de la destrucción de la plantación de soya transgénica ha sido inmediato. Todos los periódicos lo publicaron en primera pagina. El director de la empresa, Belmiro Ribeiro, habló para las columnas del cotidiano Zero Hora y acuso al gobierno de Rio Grande del Sur, dirigido por el partido de los trabajadores, "no solamente de no haber hecho nada, sino de haber permitido la ocupación de la fabrica" y de ser una amenaza que hará que las inversiones disminuyan en el Estado. Un miembro del MST dijo que si las inversiones son para producir transgénicos, se pueden ir. En el patio de la fábrica se esparcieron semillas de soya y de maíz formando las palabras: MONSANTO FUERA. El vocero del MST declaró "Nosotros ocupamos esta fábrica para mostrar nuestra oposición a la aplicación de transgénicos en la agricultura. Nosotros no lo queremos, no lo necesitamos". Resumen de las noticias de Jean- Paul |